La Comisión Europea calcula ahora que la economía española crecerá un 2,2% este año, tres décimas más de lo esperado.
La Comisión Europea revisó el lunes pasado tres décimas al alza su previsión de crecimiento del PIB español en 2023, hasta el 2,2 %, pero la rebajó en una décima para 2024, hasta el 1,9 %, por la moderación de la actividad económica en el segundo semestre de este año y el primero del próximo.
El pasado lunes 11 de septiembre, fecha grabada por todos en la memoria debido al aniversario de uno de los peores atentados de la historia fue, además de un «remember», una alegría para la economía de nuestro país ya que la Comisión Europea aumenta su previsión en tres décimas al alza de crecimiento del PIB español en 2023, hasta el 2,2 %.
Los pronósticos de la Comisión colocan a España como la gran economía europea que más crecerá en el presente ejercicio, claramente por encima de la media comunitaria y de la eurozona (0,8%).
Además, estas previsiones macroeconómicas prevén que la inflación baje hasta el 3,6 % en 2023, cuatro décimas menos de lo estimado en sus previsiones del pasado mayo, y que en 2024 se sitúe en el 2,9 %, dos décimas por encima del cálculo anterior, situación de estabilidad y mejora dentro de un mercado que no para de crecer.
La previsión es gracias al poder de compra de los hogares españoles, que a su vez se verán beneficiados de la bajada de inflación y un aumento de salarios.
“Se espera que la implementación del plan de recuperación y resiliencia siga apoyando el crecimiento de la inversión en el horizonte de las previsiones”, cita el informe la Comisión Europea.
“En España, la economía tuvo un muy buen desempeño en la primera mitad de año, superando nuestras expectativas de primavera”, dijo el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, además de indicar que el crecimiento español será mayor de lo previsto en la segunda mitad del año, por lo tanto, España registraría así la mayor tasa de crecimiento entre las grandes economías de la eurozona tanto en 2023 como en 2024.
Incluso se espera que la resiliencia del sector bancario permita alejar los riesgos financieros y que el Plan de Recuperación y Resiliencia pergeñado a partir de los fondos europeos siga apoyando el crecimiento de la inversión.
Como ya hemos comentado en otras entradas, el Fondo Europeo de Recuperación es el organismo que garantiza una respuesta europea coordinada con los estados miembros, para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la pandemia.
El Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR) constituye el núcleo del Fondo de Recuperación y está dotado con 672.500 millones de euros, de los cuales 360.000 millones se destinarán a préstamos y 312.500 millones de euros se constituirán como transferencias no reembolsables. Su finalidad es apoyar la inversión y las reformas en los estados miembros para lograr una recuperación sostenible y resiliente, al tiempo que se promueven las prioridades ecológicas y digitales de la UE.
España recibirá 140.000 millones de € para ayudas a PYMEs, que se gestionarán a través de subvenciones y créditos. Para ello, el gobierno facilita una ventanilla única para las diferentes tramitaciones.
En plan diseñado por el gobierno se divide en 4 puntos fundamentales:
- Transformación digital
- Transición ecológica
- Igualdad de género
- Cohesión social y territorial
El diseño del plan ha tenido desde su inicio entre sus objetivos fortalecer la participación de PYMEs y, por ello, en 17 de los 30 componentes se recogen iniciativas específicas orientadas a su participación.
El componente 13 está íntegramente dedicado a las PYMES y prevé inversiones de 4.894 millones de euros. Asimismo, reformas e inversiones en 5 ámbitos estratégicos: emprendimiento, crecimiento, digitalización e innovación, apoyo al comercio e internacionalización.