- Análisis del proyecto
Sacar el máximo partido a las condiciones del contrato, no saliéndose de los límites que supone. Equilibrio de las posibilidades y los recursos disponibles.
- Planificación
Establecer un sistema organizativo sólido a la vez que flexible. Diferentes equipos, cambios eventuales en la mano de obra y los profesionales que intervienen requieren de un sistema completo, ordenado y permeable a los cambios.
- Gestión de tiempos
Las diferentes fases de un proyecto de construcción suponen una cadena de procesos que se relacionan entre sí y avanzan progresivamente unos tras otros o simultáneamente. Gestionar de manera precisa esos tiempos sabiendo identificar espacios de actuación y reparto de personal o recursos, es vital para llegar al final del proyecto con éxito.
- Gestión económica
La optimización de recursos, personal y tiempos es sinónimo de aprovechamiento eficaz y ajustado del capital dedicado a la obra en cuestión. Este equilibrio es vital para evitar desfases en el presupuesto y ayudará a conseguir márgenes necesarios para evitar posibles eventualidades o incidencias.
- Venta y coste
Procesos relacionados con presupuestos, contratos o certificaciones se suman a costes directos o indirectos, productivos, estructurales. La gestión documental, fiscal y papeleo administrativo pasarán por las manos del jefe de obra y serán gestiones ante las que estará obligado a responder.
- Seguimiento
Desde mucho antes de que las manos se pongan a trabajar, es imprescindible estar involucrado en todos los procesos de desarrollo del proyecto. Durante su ejecución, supervisar y realizar correcciones en los procesos que se están realizando, garantiza que todo funcione de acuerdo con lo planeado.
- Calidad
Un jefe de obra debe velar por el cumplimiento de las normas de calidad presentes en la normativa de la empresa y que deben ser mantenidas y respetadas en todos sus proyectos.
- Medioambiente
Sostenibilidad y el compromiso con las reglas ecológicas que la empresa ha establecido deben ser aseguradas mediante la supervisión de todos aquellos procesos que en una obra de construcción pueden suponer un conflicto.