Características, cómo diferenciar artículos iguales

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En muchas ocasiones en este mismo blog hablamos de uno de los módulos más importantes que ofrecen nuestros desarrollos, gestión de características. En esta entrada vamos a intentar responder dos pregunta clave, ¿qué son las características? y sobre todo ¿para qué le van a valer a mi empresa?

Todo el mundo tiene claro qué es un artículo, pero a veces necesitamos atribuir a cada artículo unos elementos diferenciadores y ahí entran en juego las características. Por ejemplo, la talla y el color.

Un modelo concreto de camiseta es el artículo; pero la combinación de talla y color es la característica. Por ello, si una camiseta se fabrica en 6 tallas y 4 colores para cubrirlas todas necesitaríamos 24 artículos diferentes, con las dificultades que conlleva a la hora de gestionar stocks y analizar informes. Ahí entran en juego las características; podemos definir una característica bidimensional (talla/color) en la aplicación de tal forma que nuestra camiseta siempre sea la misma, pero podamos diferenciar una S-Blanco de una XXL-Negro. Este es un ejemplo prototipo de característica con valores definidos.

Pero puede suceder que nosotros vendamos productos alimenticios y por tanto a cada compra del producto, por ejemplo leche, deberíamos asignarle una caducidad y un lote. De hecho a la hora de vender la leche deberíamos indicar a la aplicación qué conjunto de lote-caducidad estamos vendiendo de tal manera que relacionamos unívocamente la compra con la venta; si surge algún tipo de alerta sanitaria que afecta a un subconjunto de lotes de un proveedor podemos perfectamente trazarlos hasta los clientes a los que hemos entregado esas unidades afectadas, cumpliendo así la normativa de seguridad alimentaria.

Un tercer ejemplo de uso de características es el control por número de serie de unos recambios, por ejemplo bombas inyectoras. Podemos registrar en el documento de compra este identificador único de cada una de las bombas y en el momento de la venta deberemos hacer lo mismo, de tal manera que como en el ejemplo anterior, cada uno de los números de serie vincula la compra con la venta.

Y por supuesto podemos complicarlo tanto como sea necesario; imaginemos una empresa que fabrica productos alimentarios, por ejemplo chorizos. Combinando el módulo de características para el control de la compra de cada uno de los ingredientes con el control de la producción podremos relacionar los lotes producidos (y vendidos a cliente final) con las compras, garantizando de esta manera la trazabilidad en la producción.

Por todo ello, las características son la navaja suiza de los artículos.