Como toda implementación de un software ERP es recomendable no intentar establecer estructuras demasiado complejas. La opción inteligente es analizar las operaciones y ver dónde es necesario establecer controles. En el caso de empresas de fabricación, es especialmente importante analizar todas las necesidades.
En primer lugar, es imprescindible comprobar que la base tecnológica necesaria está en nuestras manos: códigos de barras, PDAs o tablets para operarios, servidores y equipos para la gestión de departamentos…
Con la tecnología adecuada en manos de los profesionales, podremos realizar controles de fabricación en tiempo real que nos permitan optimizar costes en el día a día. Podemos partir de rutas de fabricación simples y analizar con el tiempo si es necesario aumentar campos e introducir variables. En algunos casos, el exceso de información puede resultar poco útil.
Entre los datos que pueden ser reveladores se encuentran:
El seguimiento de los trabajadores en relación al uso de maquinaria.
Trazabilidad.
Movimientos de almacén.
Tiempos de fabricación, envío y entregas.
Horas extras, incentivos y contratación de mano de obra extraordinaria.
Tiempos de producción en relación a la demanda o capacidad productiva.
Es vital plantearse cuáles de estos controles son centrales para la gestión de nuestro plan de fabricación de manera que, sin sobreanalizar nuestros procesos, mantengamos un control ajustado y funcional de nuestra actividad, sin retrasar tareas ni condicionar la calidad de nuestra cadena de producción y mediante las enormes ventajas que ofrece un programa de gestión para fabricación.