¿Cómo controlar y mejorar la trazabilidad de un producto?

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En artículos anteriores ya hemos hablado de qué es la trazabilidad de un producto, hoy queremos recordar esta información y además adentrarnos en cómo podemos controlar la misma.

La trazabilidad se define como todas aquellas acciones y procedimientos preestablecidos, que nos permiten seguir la estela de un producto dentro de nuestra empresa y sistema de gestión.

El proceso de trazabilidad nos permite controlar la evolución y el histórico de los artículos, en cada una de sus etapas a lo largo de la cadena de suministros, hasta su venta, conociendo en todo momento su ubicación y manipulación.

El objetivo de llevar una gestión de trazabilidad es la localización de cualquier producto, o materia prima, en una cadena de suministro, ayudando a localizar artículos que se han comercializado, o que todavía disponemos de stock en nuestros almacenes para retirar del mercado, o realizar cualquier tipo de acción sobre ellos.

La trazabilidad nos permite tener una perspectiva global del producto, con información externa de antes de que llegue a nuestra empresa, con la información interna, desde que se da de alta en nuestros almacenes, hasta que se vende y queda vinculado a un documento, cliente o incluso transporte. Digamos que es una visión de 360°.

Algo muy importante y a tener en cuenta es que una trazabilidad bien gestionada nos permitirá tener un importante ahorro de costes de producción y logística, avances de procesos producción y refuerzo de la calidad de los productos.

Y para que todo esto funcione es fundamental un buen sistema de gestión, es decir un ERP. El ERP es el corazón de nuestro negocio y, por ello, debe disponer de una serie de “órganos” para que todo el proceso fluya con garantía y rigor, es decir, un sistema integrado que permita configurar una o varias dimensiones para cada característica, así como la forma en que se presentan en pantalla en los procesos de compra y venta (forma de tabla, lista…).

Además de un sistema que nos permita diferenciar los precios en función del valor de la característica, control de stock, que nos permita conocer el stock de cada uno de los productos, códigos de barras, definir un código de barras para cada combinación única de posibilidades de una característica, simplificando entre otros, los procesos de búsqueda, análisis de la información e impresión de etiquetas.

Pero también un sistema integrado que registre y cruce datos, gestión de compras, órdenes de producción, que nos permita controlar todo el proceso productivo, planificar fases de producción, imputación de consumos, desviaciones de costes, doble unidad de medida, ayudando a lograr una fuerte ventaja competitiva, permitiendo trazar los productos asociados a esas codificaciones.

Asimismo debemos dotar al departamento de logística de un SGA, que disponga al almacén de un sistema de gestión informático que mejore los procesos internos de depósito, lo que conllevaría un aprovechamiento del espacio, control de stock y existencias, seguimiento de ubicación y un ahorro de tiempos y costes elevados. Con esta funcionalidad, lo que conseguimos es acceso a toda la mercancía pendiente de servir y recibir a través de los pedidos a proveedor, llevar un control de picking para la recepción de estar mercancía, por supuesto, en soporte telemático y reportando toda la información, además de registrar cualquier incidencia.

Gestión de trazabilidad