Qué te parecería llegar a casa un frío día de invierno y que estuviese a la temperatura adecuada, con la bañera lista para relajarse y las persianas bajadas para conservar el calor. Cómo sería que tus empleados lleguen a trabajar y las luces, ordenadores y sistemas estén listo y funcionando.
La domótica es la capacidad de los sistemas para la automatización de procesos en una vivienda o edificio aportando servicios de gestión en comunicación, seguridad, bienestar y gestión energética, todo ello integrado en una red de comunicación que puede manejarse tanto desde dentro de la ubicación como fuera.
La domótica es la gestión inteligente de relación con la seguridad, el bienestar y el confort de una vivienda o edificio gracias a un conjunto de tecnologías que automatizan, controlan, administran y optimizan diferentes sistemas.
Además del confort y comodidad que nos brida esta tecnología, su principal ventaja es la eficiencia energética permitiendo automatizar climatización, iluminación, seguridad, entre otros. Todo ello conlleva un importante ahorro de costes y, en consecuencia, de energía.
En la actualidad, y gracias a la inteligencia artificial, la domótica ha avanzado a pasos agigantados, y los usuarios utilizan aplicaciones o asistentes virtuales basados en sistemas de inteligencia artificial, como Siri, Google o Alexa.
La Inteligencia Artificial es la composición de algoritmos basado en métricas, desarrollados con el fin de la creación de máquinas que tengan las capacidades de un ser humano, y lo mejor, que no fallen, pero para entenderlo mejor lo podríamos denominar como la técnica de un sistema que genera aprendizaje de datos para ser capaz de hacer predicciones y cálculos.
Los dispositivos que forman una red o sistema domótico utilizan una red Wifi para enviar y recibir información, además de conectarse con el usuario.
Los dispositivos son desde electrodomésticos a puntos de luz, climatización, persianas, equipos de limpieza, es decir, cualquier máquina que disponga de IA o capacidad de comunicación, recabando información y permitiendo realizar acciones a través de los sensores.
Para su funcionamiento cuenta con diferentes tipos de arquitectura:
- Arquitectura centralizada, procesando órdenes a través de sus sensores.
- Arquitectura distribuida, distribuyendo la inteligencia en los diferentes sensores.
- Arquitectura mixta, descentralizada y disponiendo de dispositivo que adquieren la información en diferentes sensores.
Los beneficios más notorios son, como hemos comentado, el ahorro energético mediante el uso de energías renovables. Por supuesto, el confort que ofrecen y comodidad, gracias a que podemos controlar las mismas a través de un dispositivo móvil y desde otra ubicación, como que nuestra nevera se preocupe por la caducidad de los productos, o que la lavadora tenga en cuenta qué programa necesita según la carga y tipo de ropa.
No nos olvidemos de la seguridad, gracias a alarmas que pueden evitar robos, detectores de humo, gas, agua, vídeovigilancia, etc. ¿Qué te parecería que tu aspirador además de limpiar y fregar, vídeovigilase tu hogar?