Las aplicaciones desarrolladas por Distrito K disponen de un mecanismo que permite traducir los textos y mensajes propios de la aplicación así como de un conjunto limitado de los datos introducidos por el usuario, tales como los nombres y descripciones de los artículos, familias y otros. Esta traducción se puede realizar de forma manual, pero para facilitar y agilizar la misma, desde hace años nos hemos integrado con el servicio de traducción en línea de Google, que permite realizar las traducciones de forma rápida y razonablemente precisa.
El Traductor de Google (conocido también por su nombre en inglés: “Google Translate”) es un servicio de traducción automática, desarrollado y proporcionado por Google, que tiene la capacidad de traducir en 103 idiomas, ficheros de texto, audio, imágenes o vídeo. El servicio es gratuito si se usa a través de su interfaz web, o a través de sus aplicaciones móviles para iOS y Android. Sin embargo, para su uso integrado en aplicaciones, el servicio acarrea un coste en función del número de caracteres traducidos, por lo que requiere estar registrado en la plataforma Google Cloud y haber proporcionado un medio de pago.
La plataforma Google Cloud integra y permite acceder a todos los servicios proporcionados por Google. Es al mismo tiempo una plataforma de desarrollo de aplicaciones web y un hosting para las mismas. Para acceder a los servicios de Google, la plataforma pone a disposición de los desarrolladores una serie de APIs (Application Programming Interface), las cuales pueden ser utilizadas en los proyectos desarrollados sobre la plataforma o bien por programas externos a ella. En estos casos, la aplicación externa ha de identificarse ante la API por medio de unas credenciales proporcionadas por Google, conocidas como “API Keys”.
Para poder utilizar esta herramienta en nuestro programa debemos acceder a ella utilizando una cuenta de Gmail con su contraseña. Si no disponemos de una cuenta de Gmail tendremos que crear una antes de intentar acceder a Google Cloud. Una vez que dispongamos de una cuenta de Gmail y sus datos de acceso, abriremos un navegador de Internet (preferiblemente el Chrome) y accederemos a la siguiente url: https://cloud.google.com/translate.
A partir de aquí accederemos a una web en la que se nos informará sobre el servicio y sus posibilidades así como de los costes asociados a su uso y otra información útil. Desde esta pantalla podremos registrarnos en Google Cloud iniciando nuestro período de prueba gratuito.
Pinchando en el botón “Pruébalo gratis” se nos abrirá la pantalla de identificación, en la que tendremos que introducir nuestra dirección de correo de Gmail y su contraseña.
El registro se completa en dos pasos.
- En la primera pantalla se nos informa de las condiciones del servicio y del período de prueba gratuito. Google nos regalará $XXX (dependiendo del cambio y del momento en que se consulte) que podremos consumir haciendo uso de los servicios de pago durante un período de un año o bien hasta agotar el saldo. Cuando finalice el período de prueba gratuito Google no nos cobrará nada más, aunque tampoco podremos seguir usando los servicios de pago hasta no actualizar manualmente nuestra cuenta de la versión de prueba a la de pago.
- En la segunda pantalla especificaremos si la cuenta pertenece a una empresa o a un particular. Según corresponda, nos solicitará un conjunto de datos fiscales necesarios para la facturación. Al final de la página nos solicitará una tarjeta de crédito. Este paso es obligatorio y necesario para poder completar el registro. En este punto nuestra cuenta es de prueba y se nos informa de que nunca se nos empezará a cobrar nada hasta que no le confirmemos expresamente a Google que puede empezar a hacerlo, convirtiendo manualmente nuestra cuenta de prueba a la de pago. Pincharemos en el botón de “Iniciar versión de prueba gratuita” para terminar.
Al finalizar el registro se nos abrirá la consola de Google Cloud. Dado que Google Cloud es una plataforma orientada al desarrollo de aplicaciones, la activación de APIS y la generación de API Keys se harán siempre dentro del contexto de un proyecto. Afortunadamente, al entrar por primera vez en la consola de Google Cloud podremos ver que ya estamos dentro de un proyecto que la plataforma ha creado para nosotros. Desde la consola podremos activar las APIs que necesitemos, controlar el uso que se hace de ellas y el coste que nos supone el uso de las mismas.