Muchas empresas en nuestro país aún están en una fase primaria en cuanto a su transformación tecnológica. En su mayoría su estructura ofimática es básica y no se han lanzado a contar con servicios externos que cuenten con experiencia y recursos adecuados.
Más allá de las tareas de mantenimiento, las empresas se ven en la necesidad de apostar por aplicaciones de gestión que aseguren un funcionamiento competitivo en todos los niveles. Destacando las principales carencias tecnológicas que se dan en muchas empresas podemos resaltar, entre las más comunes, las siguientes:
Hardware obsoleto
En muchos casos el estado de los equipos supone un serio escollo a la hora de renovar la gestión empresarial. Esto repercute en la pérdida de productividad y rendimiento así como en la ampliación de tiempos en gestiones básicas.
Software no profesional o sin licencia
El software no fiable puede provocar graves incidentes en cuanto a seguridad de datos. El software ilegal no da posibilidad a actualizaciones, básicas en un entorno cada vez más necesitado de una adaptación constante. Por otro lado la adquisición de software empresarial bajo licencia incluye servicios de formación y asistencia imprescindibles para elevar las capacidades de su plantilla y, por consiguiente, su rendimiento.
Falta de protocolos de seguridad
La realización de copias de seguridad, limpieza de equipos y rastreo de malware evita el peligro de perder o exponer datos de valor en la empresa. Incidencias de este tipo pueden traducirse en graves pérdidas y paralización de actividad.
No se ha alcanzado una gestión 100% paperless
La gestión documental digitalizada agiliza drásticamente gran parte de las gestiones y permite el acceso rápido y preciso a información y documentación. Si todos los procesos como creación y expedición de presupuestos, albaranes y facturas se realizan por medios digitales y no físicos el impacto en cuanto a optimización de tiempos es notable.