Muchas pequeñas empresas se enfrentan al inconstante flujo de ayudas públicas por lo que se ven obligadas a explorar oportunidades de acceso a capital por la vía privada. En este artículo, exploramos cuáles son esas posibilidades y qué suponen para sus beneficiados:
La opción bancaria
No es la opción más atractiva a priori pero sí es una de las más comunes. En este caso, nuestro objetivo se basará en conseguir amortizar nuestro préstamo en el menor tiempo posible. El punto a evitar es no vernos afectados por los intereses que vienen con el contrato.
Créditos ICO
Nuestro intermediario sigue siendo una entidad bancaria aunque en este caso respondemos a condiciones marcadas por la procedencia del capital, en este caso de origen público, hecho para facilitar el crecimiento de nuevas empresas o facilitar su arranque. El beneficiario disfrutará de unas condiciones preferentes y podrá financiar hasta el 100% de la inversión, así como sus necesidades de circulante.
Inversores privados independientes
Más conocidos como Business Angels que se dedican a asumir varias propuestas de negocio y apostar por su éxito aportando una inyección de capital que les permita despegar. Las condiciones se definen entre ambas partes y el acuerdo se determina usualmente por objetivos de crecimiento. En la mayoría de casos un Business Angel no busca negocios que vayan bien sino negocios que puedan suponer una gran revolución e innovación en su sector.
Espacios para el desarrollo empresarial
En este caso es extraño que ofrezcan financiación pero sí son facilitadores de una infraestructura que puede suponer un buen ecosistema para el desarrollo de nuestra actividad. Servicios, acceso a profesionales o empresas con las que establecer relaciones propicias y rentables pueden suponer un gran activo y no deben ser despreciadas.
Venture capital
Se trata de grandes fondos de inversión y su dinámica es similar a las de los Business Angels aunque en este caso sus apuestas son a mayor escala. Esto supone que su participación, influencia y control sobre la línea de negocio es mucho mayor. En muchos casos, puede comprometer nuestra autonomía como gestores y limitar las posibilidades de crecimiento de nuestra idea de negocio.
