Oye Siri, Alexa pon un temporizador, Ok Google apaga las luces, la Inteligencia Artificial lleva tiempo entre nosotros, ha llegado para quedarse y debe ser utilizada y empleada en favor del ser humano, medio ambiente y vida en el planeta.
Una anécdota muy interesante es la reacción de un niño hablando con Alexa, y como esta puede darle respuesta a casi todo, por ello la impresión del pequeño es que es muy lista, más que su profe, porque en eso se basa la IA en tener contestación para todo a partir de respuestas rápidas a través de una métrica de algoritmos.
Desde hace algún tiempo escuchamos en prensa que la IA va a sustituir puestos de trabajo, funciones, responsabilidades… pero este know-how puede ser un intermediario de inspiración y un modo de optimización del tiempo, ya que precisa ser controlada e inspeccionada por el ser humano, la IA no puede reemplazar el capital humano.
Como ya hemos comentado en este blog la Inteligencia Artificial es la composición de algoritmos basado en métricas, desarrollados con el fin de la creación de máquinas que tengan las capacidades de un ser humano, y lo mejor, que no fallen, pero para entenderlo mejor lo podríamos denominar como la técnica de un sistema que genera aprendizaje de datos para ser capaz de hacer predicciones y cálculos.
¿Pero, fallan?
Por supuesto que sí, esta semana leíamos en prensa como La Voz de Galicia que:
La Voz ha pedido a ChatGPT, una inteligencia artificial (IA) de lenguaje, que haga cuatro exámenes de selectividad. Los directores de cuatro institutos, uno por provincia, actuaron de cómplices pidiendo a los profesores que corrigiesen la prueba sin revelar quién era su autor. ¿El resultado? Un clamoroso suspenso, porque «no tiene ideas propias» y «solo repite».
En este blog también hemos hablado del archifamoso ChatGPT, sistema de chat con Inteligencia Artificial y que prevé revolucionar la tecnología en este campo. La característica fundamental de ChatGPT es que se trata de una inteligencia artificial que está entrenada para mantener conversaciones, de manera que solo hay que hacerle preguntas de manera convencional y las entenderá, pero no siempre es así. Actualmente la IA se basa en asistentes virtuales que ofrezcan una atención al cliente las 24 horas del día, y como hemos dicho a partir de respuestas rápidas a través de una métrica de algoritmos, por lo tanto, existe y está el margen de error.
La IA debe ser un complemento para optimizar el trabajo y efectividad, pero nunca debe usarse para reemplazar el conocimiento humano: experiencia, práctica, habilidades, conocimientos, madurez, contactos y una trayectoria laboral y personal que solo puede alcanzarse gracias al recorrido que ofrecen los años.
La tecnología y la IA debe ser supervisada y nunca debe desarrollarse pensando en la sustitución, ya que puede ofrecer información incorrecta sin ser consciente. Se prevé que la Inteligencia Artificial cause el mismo impacto y revolución que internet en su día, por ello la Unión Europea ha establecido una legislación sobre las leyes de robótica, que también legisla la normativa sobre maquinaria y robots, para preservar la seguridad e integridad de este tipo de técnicas y aplicaciones. Por ello si la IA se utiliza de manera responsable e inteligente puede ayudarnos y ser sumamente útil en nuestras vidas.
Un ejemplo de publicidad muy inteligente es el utilizado por la empresa IMPACT, dedica a la construcción y reformas de edificios, donde en una foto de una de sus obras, en la lona que cubre el propio edificio en obras citan:
Hey Chat GPT finish this building…
YOURS SKILLS ARE IRREAPLACEABLE.