Escuchamos diariamente hablar de realidad virtual, metaverso, 360, etc. pero para comprender todo esto debemos empezar por el cimiento que sostendrá en un futuro próximo todas estas tecnologías avanzadas, que es la red de redes, el 5G.
El 5G son las siglas que se utilizan para referirse a la quinta generación de conectividad móvil y sucesora del 4G, que es la actual conectividad de la telefonía móvil.
La red 5G es una red de redes compuesta por celdas, todos los dispositivos 5G están conectados a internet y a la red telefónica por ondas de radio a través una antena de la celda. Lo interesante de la 5G es que soporta un mayor ancho de banda, por lo tanto mayor velocidad de descarga, más alcance, mayor cobertura y menos consumo, llegando a superar los 20 gigabits por segundo, dando una posibilidad a que esta red sea usada por ordenadores de escritorio o portátiles, siendo 1000 veces más rápida que su predecesora.
La previsión indica que para dentro de 3 años la red 5G tendrá miles de millones de usuarios.
Imaginemos descargar una película en 10 segundos, una serie completa en menos de 1 minuto, o instalar una APP en segundos, en muchos servicios la velocidad será en tiempo real, lo que agilizará y hará disponer de la tecnología en un instante.
Pero además el 5G se presenta como clave para el futuro, ya que millones de usuarios estarán conectados y comunicándose entre sí, llevando la domótica a lugares insospechados, con ciudades inteligentes, sanidad médica avanzada en remoto, vehículos eficientes, seguros, teledirigidos, agricultura sostenible y así hasta un largo etcétera donde todo está por descubrir y avanzar.
La llegada de esta red impacta notablemente en la productividad de empresas y servicios, lo que afectará a la economía global y abrirá fronteras de todo tipo.
Con este avance, nuestras vidas, trabajos y sociedad obtendrán importantes cambios de los que ya han empezado a coexistir.