La famosa y repetida palabra lead es un vocablo inglés que cada vez se utiliza más en el mundo empresarial y que incluso ha llegado a «castellanizarse», pero ¿A qué hace referencia esta expresión?
Un lead es la acción de un potencial cliente interesado en recibir información sobre un contenido o producto y que nos hace llegar sus datos para su contacto.
Un lead no es una venta pero es la acción anterior a ella, permitiendo además poder realizar una criba de potenciales leads y sus intereses. En marketing digital hay una regla no escrita que dice: “cuantos más leads, más oportunidades de negocio”.
La generación de leads es perseguida por empresas y profesionales para conseguir conversiones e incrementar sus beneficios. Por ello, una vez conseguidos los leads, hay que comenzar a trabajar por y para ellos, logrando mantener su atención y convertirlos en clientes.
Digamos que el lead de momento no está preparado para ser cliente, por lo que como ya hemos dicho, debemos trabajar sobre él, ya que sabemos tiene una necesidad y está valorando su decisión.
También es muy importante conocer datos sobre el lead, quién es el comprador, qué está buscando, qué acciones ha realizado en mi sitio web. Si conseguimos dar respuesta, podremos plantear una estrategia comercial.
Otro aspecto a tener en cuenta, es que cuando diseñemos nuestra estrategia de marketing, también debemos definir nuestro cliente ideal o “buyer”, obteniendo datos como información general, situación demográfica, necesidades y pretensiones. Con lo que si nuestros leads se asemejan a nuestro cliente ideal, más cerca estaremos de lograr nuestros objetivos.
Por lo tanto, nuestro objetivo siempre será encontrar leads de calidad y trabajar para convertirlos en clientes, pero, ¿Cómo podremos conseguirlo? Síganos en redes o a través de nuestro blog para descubrirlo.