- Personal responsable e ilusionado
El factor humano es crucial para la buena salud de un negocio de hostelería. El personal y su personalidad y profesionalidad marcan la imagen que sus clientes tendrán de su negocio. Intente contar con personas ilusionadas, motivadas, responsables y con capacidad de esfuerzo y dedicación, ya que se trata de un negocio de alta exigencia, pero también es necesario contar con personas empáticas, alegres, positivas.
- Un espacio para quedarse, un espacio para volver
El atractivo de un bar y su valor como espacio para el ocio depende de su capacidad para contratar un buen servicio de decoración, que garantice que se percibirá enseguida el carácter de su propuesta, la comodidad y el confort que haga que sus clientes no tengan ganas de irse y que facilite el flujo del personal para la garantía de un servicio fluido y ágil.
- Ofrezca algo diferente, pero sobre todo bueno
A partir de una base de bebidas usuales debemos construir valor y diferenciación ofreciendo cosas nuevas, sorprendiendo a nuestros clientes o elaborando menús accesibles pero sabrosos y originales. Escuche a sus clientes y tenga en cuenta lo que les entusiasma y siga las pistas. Elabore con su personal un plan, aprendiendo de su experiencia diaria.
- Gestión económica
Invierta en un buen software TPV y con enlace contable. Es una inversión que siempre le será devuelta y con un plus: organización, ideas claras y capacidad de aprovechamiento de todo su beneficio. Por otro lado facilita el flujo de trabajo, por lo que es una aportación de valor a la calidad del servicio ofrecido.