Los códigos QR hacen referencia a sus siglas en inglés Quick Response Code o, en castellano, “respuesta rápida” y son un tipo de código de barras pero bidimensional.
Su principal diferencia con los códigos de barras convencionales es que la información está cifrada en un cuadrado y que además permite almacenar gran cantidad de información.
Su creación data de 1994 gracias a la compañía japonesa Denso Wave. Su principal característica es su forma cuadrada, formada por cuadrados interiores.
Su utilización permite a través de un lector:
- Dirigirnos a una aplicación web con información
- Apertura de un email
- Abrir una URL
- Lectura de texto
- Envío de SMS
- Llamada telefónica
- Ubicación en Maps
Los códigos más populares son de 25 x 25 y de 29 x 29, para capturar desde el teléfono móvil o tablet.
Algo muy interesante es que en contrapunto con otros formatos de códigos de barras como el BIDI, es que su código es abierto y sus derechos de patente también, por lo que no se ejercen.
Dadas sus opciones y versatilidad, podemos utilizarlos para almacenar información, pero además podemos sacarle mucho beneficio como:
- Incrustar la dirección web o de nuestra tienda online en nuestras comunicaciones
- Descargar contactos directamente en agenda
- Publicidad de todo tipo
- Campañas de marketing
- Tarjetas de visita
- Catálogo de productos
- Redes sociales
Durante estos dos últimos años, y debido a la pandemia, todavía han cobrado más popularidad, permitiendo obtener información sin tener que tocar ni manipular papel, como la carta de un restaurante, embalajes, citas médicas, etc.
Por supuesto, nuestras soluciones de gestión están completamente adaptadas a la utilización de estos códigos, desde cualquiera de las opciones del ERP, como la gestión de artículos, inventarios, catálogos, documentos, procesos de producción y reparación, etc.
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